Muchas nos confundimos al elegir un producto y creemos que por llevar productos dietéticos o light bajaremos de peso e incluso evitaremos el consumo de azúcar. Esto es un error que comúnmente ocurre y que puede tener consecuencias adversas. Por eso es mejor tomarse el tiempo para conocer sus diferencias y leer las etiquetas de cada alimento.
Los alimentos light o diet nacieron en la década del 80, cuando se comenzó a utilizar la sacarina como sustitución del azúcar, ingresando en el mercado de aquellos que querían bajar de peso. Sin embargo, hoy por hoy, la industria de alimentos ha vivido un amplio crecimiento, lo que ha hecho que actualmente exista una gran variedad de productos llamados Diet o Light, teniendo esos distintos significados.
Un alimento se denomina "Diet" cuando tiene poca cantidad de algún tipo de nutrientes, como por ejemplo grasas, proteínas, azúcar o sodio. O también si alguno de los nutrientes está por debajo del límite establecido por ley. Es decir, que basta que uno de esos componentes esté por debajo del límite para que se lo considere "Diet", sin importar los valores de concentración de los otros elementos.
Diet: -poca cantidad de grasas, proteínas, azúcar o sodio.
Light: -25% menos del valor calórico que su semejante no light.
Como ejemplo: si un alimento no tiene azucar, aunque tenga mucha grasa, se lo considera dietético. No importa si tiene tantas calorías como un producto similar a otro no "Diet".
Por otro lado, un producto es "Light" cuando tiene 25% menos de su valor calórico en relación a su semejante no "Light". Por eso es importante detenerse frente a cada envase a leer a letra más chica. La información nutricional que brinda las etiquetas también ayudarán a realizar una buena elección.
Por ello es fundamental:
- Leer la etiqueta de los alimentos y de los productos alimenticios antes de comprar.
- Identificar la fecha de elaboración y vencimiento del producto.
- Observar los ingredientes o aditivos de los alimentos, en espacial si algún miembro de la familia padece de alergia alimentaria.
- Leer el mensaje nutricional o "claims" presente en los envases, que nos orientan sobre las características del producto. Ej.: "sin azúcar agregada, ayuda a reducir el colesterol".
- Leer la lista de ingredientes para reconocer si es apropiado a nuestro plan de alimentación así como verificar el tamaño y la porción recomendada.
- La tabla nutricional por último nos brindará las calorías y gramos de los diferentes nutrientes y con ello completaremos el análisis de la etiqueta y podremos entonces decidir la compra.
Por todo lo dicho anteriormente, debemos concluir que para tomar buenas opciones al momento de comprar, debemos de fijarnos al detalle e informarnos de los verdaderos valores de los nutrientes de cada producto, para luego consumir alimentos que nos mantenga en buena salud y forma.
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