ALIMENTACION ADECUADA PARA CADA ESTACION DEL AÑO

Al llegar a la estación primaveral nos enfrentamos a un cambio de clima, más horas de luz solar y esto nos lleva a modificar nuestra alimentación.

La llegada de la primavera significa la regeneración, la recuperación del equilibrio y de la salud. Los excesos de calorías ingeridos durante el invierno nos trae ahora un cansancio físico y mental. Estos síntomas sobrevienen en el inicio de la estación, cuando el cuerpo se está acostumbrando al alargamiento de las horas del sol y a los cambios bruscos de temperatura y sensaciones térmicas. 

En primavera debemos reducir la cantidad de calorías, ya que en invierno necesitábamos tomar más calorías porque hace mucho frío. Al hacer frío nuestro cuerpo genera calor, y además así se queman más colorías. 

En esta estación, debemos tomar más agua que en invierno, ya que empieza hacer calor. Además mantener todo el cuerpo hidratado es fundamental para contribuir al buen desarrollo de las distintas funciones orgánicas. De esta manera se favorece la función renal e intestinal y el organismo no se sobrecargue de sustancias de deshecho.

Los alimentos de temporada no solo son más baratos, sino que presentan mejores propiedades nutricionales que los cultivados bajo condiciones artificiales.

En esta época del año pueden encontrarse:
  • Hortalizas: Desde cebollas, apio, acelga, alcaucil, arveja, endibia, espinaca, lechuga, puerro, radicha, remolacha, repollo, zapallo y zucchini. 
  • Legumbres: Tales como porotos y habas.
  • Frutas: Cereza, frutilla, frambuesa, kiwi, limón, naranja, palta, pomelo, níspero.
  • Pescados: Se recomienda el consumo de sardina, atún, bacalao, lenguado y mariscos. 
  • Además, las lluvias favorecen la aparición de algunos hongos aromáticos.
Todo esto favorece que, en comparación con otras estaciones del año, la dieta
en primavera resulte menos grasa y más rica en fibra, vitaminas, minerales y antioxidantes, compuestos asociados a la prevención de diferentes enfermedades (cardiovasculares, cáncer, obesidad) y mantenimiento de la salud.

Siempre es importante no perder de vista la forma en que se preparan los alimentos. En estos casos se sugiere cocinar los alimentos ya nombrados de manera ligera y emplearlos en ensaladas. Al mismo tiempo, se puede utilizar la gran oferta de vegetales para realizar souflés, budines y tartas. 

En primavera es habitual que desterremos las legumbres de nuestros menús lo cual es un error ya que las legumbres nos permiten llevar una dieta más sana por su bajo índice glucemico. Una opción para que sea más fácil comer legumbres es añadir un puñado a las ensaladas. 

Otra opción es emplear los alimentos de estación para elaborar mermeladas, conservas y escabeches; de esta forma, se los puede consumir, en época en las que no se encuentran de manera natural. 

La primavera puede ser un momento ideal para introducir hábitos saludables en nuestra alimentación. Es una alimento de transición hacia el verano, factor que nos provoca que nos preocupemos por bajar de peso, y muchas veces,  pretendemos hacerlo rápidamente. Es bueno querer cuidarse e iniciar cambios en la alimentación pero no hay que olvidar la manera en que se realiza, siempre pregunta con el equipo tratante, y no apegarse  dietas milagrosas, que lo único que puede dejarnos es un descontrol de las glicemias y posiblemente por efecto "rebote" algún kilo más de lo que queríamos perder al inicio. 

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