CONOZCA DE GRASAS ANTES DE BAJAR LA PANZA

Las grasas deben estar presentes en nuestra dieta, debido a que cumplen importantes funciones en el organismo. Son nutrientes energéticos al igual que los carbohidratos; pero, a diferencia de estos, las grasas constituyen la energía de reserva y aportan 9 calorías por gramo, o sea más que le doble  que la energía que nos aportan los carbohidratos y las proteínas.

Por ello, su ingesta debe ser controlada porque un consumo exagerado puede aumentar un aumento de peso, pero atención, porque una dieta muy pobre en grasas puede provocar déficit en algunas vitaminas como la vitamina A y E, así como en ácidos graso Omega 3.

Las grasa saturadas están directamente relacionadas con la aparición de enfermedades cardiovasculares, ya que son responsables del aumento del colesterol sanguíneo y de la aparición de placas de aterona que endurecen las paredes de nuestras arterias.

Recordemos que este tipo de grasas se encuentran principalmente en las grasas de origen animal; grasas de la leche, quesos, manteca, yema de huevo, grasa vacuna, piel de pollo, fiambres y embutidos y, cuando los aceites se someten a altas temperaturas, por lo que estarán presentes en los alimentos fritos.

En el otro extremo están las grasas no saturadas o ácidos grasos omega 3, 6 y 9.

Un alimento rica en ácidos grasos omega 3 pueden ayudar a reducir el riesgo de enfermedades crónicas, por ejemplo: enfermedades coronarias, accidentes cerebrovasculares y cáncer; también reduce el colesterol LDL. Las encontramos fundamentalmente en aceites vegetales, semillas, frutos secos y pescados grasos. 

Otro grupo de grasas que debemos tener en cuenta son las llamadas grasa trans, que son grasas vegetales parcialmente hidrogenadas. Se utilizan para prolongar la vida útil de un buen numero de productos elaborados. Se forman cuando las grasas líquidas, como los aceites, se hidrogenan químicamente. Se h a comprobado científicamente que las grasas trans son perjudiciales para la salud, ya que aumentan el colesterol LDL y disminuyen el colesterol HDL, y se han encontrado asociaciones entre el consumo de grasas trans y la obesidad. Los alimentos que contienen grasas trans son: alimentos procesados como, margarinas, galletas, panes, papas fritas, snacks, helados y chocolates. Muchos de los aceites utilizados para freír en restaurantes  y cadenas de comidas rápidas poseen un alto contenido de grasas trans. 

Consejos Para Mejorar Las Grasas Que Consumimos En Nuestra Alimentación Diaria:

  • Evitar frituras como forma de cocción.
  • Utilizar productos descremados o magros, por ejemplo: leche, quesos y yogures. 
  • Sustituir la manteca por una margarina libre de grasas trans.
  • Cocinar el pollo sin piel y quitar toda la grasa vacuna visible.
  • Evitar productos que contengan grasas trans.
  • Aumentar la frecuencia del consumo del pescado, especialmente los pescados grasos (atún, sardinas, palometa).
  • Utilizar aceites crudos. La mejor opción es utilizar un aceite de oliva o de canola para condimentar y un aceite de tipo de alto oleico para la cocción, ya que este es la más estable a temperaturas alta. Si no lográsemos acceder a estos aceites también podríamos realizar una mezcla de aceite de oliva o canola u alto oleico y cualquier otro aceite en partes iguales y obtendríamos aceite de muy buena calidad. 
- Se puede incluir frutos secos, pero cuidado con ellos, porque tienen entre un 40-60% de peso en grasas cardioprotectoras, por lo que también son muy ricos en calorías.

- El consumo de Chía también puede ser beneficioso por su alto contenido en fibra, como el de otras semillas: lino, sésamo, etc.

El cuidado de la selección de alimentos respetando las recomendaciones de una alimentación saludable y es una acción primordial en el cuidado de nuestra salud y además, en una parte de su afecto nos hará bajar la panza. No lo crees..?

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